Si, o bien sois fans de Harry Potter o bien vuestro hijo o hija os ha contagiado el interés por esta obra (como es mi caso), sabréis bien de qué hablo.
Mi interés por esta figura y por cómo combatirla surgió tras una conversación en la que mi hija me explicaba cuál era el significado simbólico de estas figuras que J.K Rowling quiso usar para representar la depresión, enfermedad que ella misma había padecido.
La explicación me pareció muy interesante y me llevó a esta reflexión que ha dado lugar a esta entrada.
A lo largo de nuestra vida nos encontramos con personas que actúan como dementores, es decir, son criaturas que te absorben la energía, traen a tu memoria tus peores recuerdos, te hacen sentir una gran tristeza y, a su alrededor, generan desolación y una atmósfera pesada, haciéndote creer que no podrás volver a ser feliz.
En las películas, los dementores te absorben el alma, la alegría, la sacan de tu cuerpo y la toman para sí, ¿nos hemos encontrado alguna vez con alguien con quien tuviéramos esa sensación?
Sé que en otros libros o manuales a estas personas se las llama tóxicas o personas vampíricas, pero a mí este símbolo potteriano (permitidme el adjetivo) me parece mucho más atractivo y me permite, al nivel que corresponde, explicárselo a mis chicos y chicas en clase.
No tenemos que llegar a extremos de depresión, pero esos sentimientos se generan en nosotros en muchas ocasiones cuando nos encontramos con seres egoístas, grises, con pocas miras, mediocres, envidiosos y, en definitiva, tristes; y no sabemos luchar contra ellos. Para eso también J.K.Rowling creó una figura llena de luz que se llama “patronus”.
El patronus sale del hechizo Expecto patromun!, cada mago tiene el suyo porque surge de nuestros recuerdos felices y de lo mejor de nuestro ser y de todo lo que amamos, y cuando sale, inunda todo de una gran luz con la forma del animal que cada uno llevamos dentro y que nos representa por una cosa u otra.
Juega aquí la autora con un binomio casi tan antiguo como los seres humanos: la luz y la oscuridad, el mal vencido por el bien o, si queremos, la tristeza vencida por la alegría.
Todos llevamos dentro nuestro patronus para ayudarnos a luchar contra nuestros dementores, no tenemos la capacidad de destruirlos, pero el hechizo, salido de dentro de nosotros, sí puede alejarlos.
Si entendemos que dentro de nosotros/as está nuestra propia capacidad para combatir contra estos seres que diariamente nos absorben la energía, es probable que podamos ser mucho más felices.
La ilustración de la entrada de hoy representa mi patronus…ya veis…vivir con una fan de Harry Potter da para mucho, incluso para hacer test que te ayudan a saber cuál es tu patronus o en qué casa estarías (esa os la dejo para otra entrada)
Ojala que encontréis vuestro patronus y sepáis usarlo. Yo lo hago.
Gracias por tanto