Que no se apaguen nunca las pequeñas luces de vuestros corazones. Mantenedlas encendidas siempre. Recordad que: nacemos con millones de pequeñas luces brillando en la oscuridad y ellas nos muestran el camino.
Que no sepáis que habéis estado bien solo cuando estéis de bajón, que no echéis de menos el sol cuando empiece a nevar, que no echéis de menos vuestra casa solo cuando odiéis la carretera y que no averigüéis que queréis a alguien solo cuando veáis que se aleja.
Y así, con las canciones que estarán siempre unidas a los recuerdos de este curso, quiero despedirme de todos vosotros dándoos las gracias por un curso estupendo.
Os recuerdo que la puerta de la 301 siempre estará abierta para vosotros, para que vengáis a verme, a saludarme y a contarme.
Ha sido un placer y una alegría teneros.
Todo mi cariño.
Feliz verano
Lucía